Smart Cities


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(Español) En los últimos años el concepto de Smart City se ha impuesto con fuerza en los discursos y prácticas de gestión urbana, transformándose en un sello cada vez más anhelado por las distintas metrópolis de todo el mundo (Campbell, 2012; Greenfield, 2013; Kitchin, 2014). Temas como la contaminación, uso ineficiente de la energía, congestión vehicular, sistemas verticales de comunicación, entre muchos otros, se vuelven problemas a los cuales diferentes iniciativas tanto públicas, privadas como ciudadanas vendría a ofrecer soluciones tecnológicas inspiradas bajo el concepto de Ciudad Inteligente. Hacer más inteligente la urbe permitiría mejorar la calidad de los servicios prestados, la información que los ciudadanos tienen de éstos y la coordinación para la toma de decisiones de las autoridades (Yesner, 2013). Sin embargo, hasta la fecha no existe una definición clara del concepto de Ciudad Inteligente y diferentes actores se apropian de él y lo resignifican en sus contextos (Albino, Berardi y Dangelico, 2015).

A pesar de esta cierta ambigüedad conceptual, actualmente el imaginario de las Smart Cities presenta sus propios circuitos de circulación, con redes de intercambios, revistas, expertos, rankings y ferias internacionales que otorgan visibilidad y legitimidad a los protocolos y saberes asociados a este concepto.

Chile no ha estado ajeno a la corriente descrita. En un contexto donde la población ha visto radicalmente transformadas sus actividades cotidianas producto de la fuerte penetración de nuevas tecnologías (PNUD, 2006), los discursos y proyectos inspirados por las promesas de la Ciudad Inteligente están cada vez más presentes. Tanto desde el Estado como entre organizaciones privadas y colectivos ciudadanos, están surgiendo una gran cantidad de espacios de trabajo orientado por la retórica de las nuevas tecnologías, los usos inteligentes y la innovación. Mediante la incorporación de dispositivos digitales y la generación de vastas cantidades de información o Big Data, se pretende lograr un manejo “eficiente” y “inmediato” de las múltiples variables del espacio urbano.

Esta línea investigativa busca comprender y describir empíricamente las prácticas, dispositivos y discursos de la Ciudad Inteligente hoy en Chile, explorando las lógicas y controversias que surgen a partir de la expansión de las tecnológicas en la gestión de la vida urbana. Para esto hemos ido analizando y contrastando diferentes casos de estudio en dónde se produce, moldea o redefine la idea de Ciudad Inteligente. Tales casos de estudio provienen de tres ámbitos en los cuales, a saber: colectivos ciudadanos, Estado y corporaciones privadas. En cada uno de ellos se ha indagado en los efectos performativos de los dispositivos y discursos de la Ciudad Inteligente, así como las particulares y contingentes versiones del espacio y usuarios que se movilizan a través de ellos. Lo anterior justifica la relevancia de interrogarse sobre los límites y alcances del imaginario tecnointeligente en el Chile actual. En vez de asumir una definición presupuesta del término Ciudad Inteligente – actitud predominante dentro de la literatura sobre Smart Cities (Mitchell, 1995; Florida, 2003; Campbell, 2012; Harrison & Donnelly, 2011; Yesner, 2013) – esta investigación ha examinado críticamente dé que manera en los tres ámbitos mencionados (Estatal, ciudadano y corporativo) se va operacionalizando política y materialmente este concepto, forjando formas singulares de individuos, inteligencias y morfologías urbanas.

De esta manera, en este proyecto pretendemos responder: ¿cómo se produce y reproduce el concepto de Ciudad Inteligente hoy en Chile en el ámbito estatal, empresas privadas y grupos ciudadanos? ¿qué tipos de ‘inteligencia’ son elaboradas y resistidas en cada uno de estos ámbitos?

El proyecto se enmarca dentro de los Estudios Sociales de Ciencia y Tecnología desde los cuales se obtienen relevantes claves teóricas sobre el carácter siempre dialógico y frágil entre Tecnología y Sociedad (Bijker, Hughes & Pinch, 1987; Bijker y Law, 1992). Esta literatura sugiere estudiar los efectos performativos de las tecnologías e infraestructuras digitalizadas en la ciudad y, en segundo lugar, discutir en torno a conceptos como “democracia técnica” o “democracia ciudadana” y las formas de apropiación/redefinición que desarrollan los individuos con estas tecnologías en su convivir cotidiano con ellas.

Basándonos en esta literatura, postulamos que el concepto de ‘Ciudad Inteligente’ no sólo pone en circulación múltiples dispositivos para una gestión de la ciudad, sino que sobre todo ensambla especificas relaciones público-privadas, abre espacios de experimentación, y materializa particulares modelos de comprensión del espacio urbano y sus habitantes, instaurando formas particulares de gubernamentalidad.

Dentro de esta línea de investigación se ha buscado pronfundizar teórica y empíricamente en tres dimensiones:

  1. las formas de ‘gubernamentalidad algorítmicas’que subyace a la idea de ciudades automatizadas, y las controversias sociales y políticas que esto plantea, sobre la privacidad de los usuarios, niveles de inclusión y participación social en el diseño de las tecnologías, formas de gestión y distribución de saberes, entre otras. Unos de los principales presupuestos del urbanismo inteligentees que todo evento u actor (humano o no humano) es susceptible de generar algún tipo patrón, métrica o información visualizable mediante sensores y dispositivos digitales. La “solución” para un mejor gobierno se basa en subsanar la falta o asimetrías de información mediante la apertura y constante generación de datos. Asimismo, ante la computación ubicua y la sensorificación de la ciudad de los proyectos de las Smart Cites, la dimensión sensible o emocional deja de ser un atributo exclusivo de seres humanos, y pasa a ser un elemento integrado en nomenclaturas computacionales distribuidos (Sadin, 2013).
  2. El tema de los “diseños de futuros” que se inscriben en la retórica de las Smart City y de qué manera el ethosfuture-oriented logra materializarse en prototipos, modelos y experimentaciones de diferentes índoles, configurando versiones de espacios y usuario. Las entidades que conforman las intelligent citiesse sitúa en el plano de las emergencias (Thrift, 2014) o latencias (Latour, 2007) es decir, todavía no alcanzan mayores grados de realidad o solidificación. Al respecto, hemos constatado cómo en la vida o muerte de las innovaciones smart se dispone y utiliza la misma ciudad como “laboratorio” de prueba o testeo de prototipos, multiplicando con ello la incertidumbre y las posibles situaciones de desborde que vayan más allá de las nociones de inteligencia y eficiencia inscritas en estas experimentaciones (Callon, Lascumes, Barthe, 2001).

Las formas de “urban hacking”, de des-programación, apropiación y politización que desarrollan ciertos colectivos ciudadanos para abrir las “cajas negras” de las tecnologías contemporáneas y re-orientarlas para sus propios fines. La reparación y mantención aparece, en este contexto, como un lugar de análisis y observación particularmente importante para esta investigación (Graham & Thrift, 2007; Denis & Pontille, 2010; De la Bellacasa, 2010) Creemos que en la reparación y mantención se instala un cuestionamiento a la separación sacrosanta entre ‘saber técnico’ v/s ‘saber profano’, e invita a variados públicos (apasionados, hacker, y en general a la cultura DIY), a intervenir y hacer visibles las condiciones de durabilidad y de reutilización de las tecnologías. Las infraestructuras y artefactos que pueblan nuestros espacios dejan de constituir un matter of fact, herméticos e invisibles al debate público, y pasan a concebirse como lugares de experimentación (matter of public) y de reinvención de posibilidades imprevistas.En los últimos años el concepto de Smart City se ha impuesto con fuerza en los discursos y prácticas de gestión urbana, transformándose en un sello cada vez más anhelado por las distintas metrópolis de todo el mundo (Campbell, 2012; Greenfield, 2013; Kitchin, 2014). Temas como la contaminación, uso ineficiente de la energía, congestión vehicular, sistemas verticales de comunicación, entre muchos otros, se vuelven problemas a los cuales diferentes iniciativas tanto públicas, privadas como ciudadanas vendría a ofrecer soluciones tecnológicas inspiradas bajo el concepto de Ciudad Inteligente. Hacer más inteligente la urbe permitiría mejorar la calidad de los servicios prestados, la información que los ciudadanos tienen de éstos y la coordinación para la toma de decisiones de las autoridades (Yesner, 2013). Sin embargo, hasta la fecha no existe una definición clara del concepto de Ciudad Inteligente y diferentes actores se apropian de él y lo resignifican en sus contextos (Albino, Berardi y Dangelico, 2015).

A pesar de esta cierta ambigüedad conceptual, actualmente el imaginario de las Smart Cities presenta sus propios circuitos de circulación, con redes de intercambios, revistas, expertos, rankings y ferias internacionales que otorgan visibilidad y legitimidad a los protocolos y saberes asociados a este concepto.

Chile no ha estado ajeno a la corriente descrita. En un contexto donde la población ha visto radicalmente transformadas sus actividades cotidianas producto de la fuerte penetración de nuevas tecnologías (PNUD, 2006), los discursos y proyectos inspirados por las promesas de la Ciudad Inteligente están cada vez más presentes. Tanto desde el Estado como entre organizaciones privadas y colectivos ciudadanos, están surgiendo una gran cantidad de espacios de trabajo orientado por la retórica de las nuevas tecnologías, los usos inteligentes y la innovación. Mediante la incorporación de dispositivos digitales y la generación de vastas cantidades de información o Big Data, se pretende lograr un manejo “eficiente” y “inmediato” de las múltiples variables del espacio urbano.

Esta línea investigativa busca comprender y describir empíricamente las prácticas, dispositivos y discursos de la Ciudad Inteligente hoy en Chile, explorando las lógicas y controversias que surgen a partir de la expansión de las tecnológicas en la gestión de la vida urbana. Para esto hemos ido analizando y contrastando diferentes casos de estudio en dónde se produce, moldea o redefine la idea de Ciudad Inteligente. Tales casos de estudio provienen de tres ámbitos en los cuales, a saber: colectivos ciudadanos, Estado y corporaciones privadas. En cada uno de ellos se ha indagado en los efectos performativos de los dispositivos y discursos de la Ciudad Inteligente, así como las particulares y contingentes versiones del espacio y usuarios que se movilizan a través de ellos. Lo anterior justifica la relevancia de interrogarse sobre los límites y alcances del imaginario tecnointeligente en el Chile actual. En vez de asumir una definición presupuesta del término Ciudad Inteligente – actitud predominante dentro de la literatura sobre Smart Cities (Mitchell, 1995; Florida, 2003; Campbell, 2012; Harrison & Donnelly, 2011; Yesner, 2013) – esta investigación ha examinado críticamente dé que manera en los tres ámbitos mencionados (Estatal, ciudadano y corporativo) se va operacionalizando política y materialmente este concepto, forjando formas singulares de individuos, inteligencias y morfologías urbanas.

De esta manera, en este proyecto pretendemos responder: ¿cómo se produce y reproduce el concepto de Ciudad Inteligente hoy en Chile en el ámbito estatal, empresas privadas y grupos ciudadanos? ¿qué tipos de ‘inteligencia’ son elaboradas y resistidas en cada uno de estos ámbitos?

El proyecto se enmarca dentro de los Estudios Sociales de Ciencia y Tecnología desde los cuales se obtienen relevantes claves teóricas sobre el carácter siempre dialógico y frágil entre Tecnología y Sociedad (Bijker, Hughes & Pinch, 1987; Bijker y Law, 1992). Esta literatura sugiere estudiar los efectos performativos de las tecnologías e infraestructuras digitalizadas en la ciudad y, en segundo lugar, discutir en torno a conceptos como “democracia técnica” o “democracia ciudadana” y las formas de apropiación/redefinición que desarrollan los individuos con estas tecnologías en su convivir cotidiano con ellas.

Basándonos en esta literatura, postulamos que el concepto de ‘Ciudad Inteligente’ no sólo pone en circulación múltiples dispositivos para una gestión de la ciudad, sino que sobre todo ensambla especificas relaciones público-privadas, abre espacios de experimentación, y materializa particulares modelos de comprensión del espacio urbano y sus habitantes, instaurando formas particulares de gubernamentalidad.

Dentro de esta línea de investigación se ha buscado pronfundizar teórica y empíricamente en tres dimensiones:

  1. las formas de ‘gubernamentalidad algorítmicas’que subyace a la idea de ciudades automatizadas, y las controversias sociales y políticas que esto plantea, sobre la privacidad de los usuarios, niveles de inclusión y participación social en el diseño de las tecnologías, formas de gestión y distribución de saberes, entre otras. Unos de los principales presupuestos del urbanismo inteligentees que todo evento u actor (humano o no humano) es susceptible de generar algún tipo patrón, métrica o información visualizable mediante sensores y dispositivos digitales. La “solución” para un mejor gobierno se basa en subsanar la falta o asimetrías de información mediante la apertura y constante generación de datos. Asimismo, ante la computación ubicua y la sensorificación de la ciudad de los proyectos de las Smart Cites, la dimensión sensible o emocional deja de ser un atributo exclusivo de seres humanos, y pasa a ser un elemento integrado en nomenclaturas computacionales distribuidos (Sadin, 2013).
  2. El tema de los “diseños de futuros” que se inscriben en la retórica de las Smart City y de qué manera el ethosfuture-oriented logra materializarse en prototipos, modelos y experimentaciones de diferentes índoles, configurando versiones de espacios y usuario. Las entidades que conforman las intelligent citiesse sitúa en el plano de las emergencias (Thrift, 2014) o latencias (Latour, 2007) es decir, todavía no alcanzan mayores grados de realidad o solidificación. Al respecto, hemos constatado cómo en la vida o muerte de las innovaciones smart se dispone y utiliza la misma ciudad como “laboratorio” de prueba o testeo de prototipos, multiplicando con ello la incertidumbre y las posibles situaciones de desborde que vayan más allá de las nociones de inteligencia y eficiencia inscritas en estas experimentaciones (Callon, Lascumes, Barthe, 2001).

Las formas de “urban hacking”, de des-programación, apropiación y politización que desarrollan ciertos colectivos ciudadanos para abrir las “cajas negras” de las tecnologías contemporáneas y re-orientarlas para sus propios fines. La reparación y mantención aparece, en este contexto, como un lugar de análisis y observación particularmente importante para esta investigación (Graham & Thrift, 2007; Denis & Pontille, 2010; De la Bellacasa, 2010) Creemos que en la reparación y mantención se instala un cuestionamiento a la separación sacrosanta entre ‘saber técnico’ v/s ‘saber profano’, e invita a variados públicos (apasionados, hacker, y en general a la cultura DIY), a intervenir y hacer visibles las condiciones de durabilidad y de reutilización de las tecnologías. Las infraestructuras y artefactos que pueblan nuestros espacios dejan de constituir un matter of fact, herméticos e invisibles al debate público, y pasan a concebirse como lugares de experimentación (matter of public) y de reinvención de posibilidades imprevistas.

(Español) En las diferentes líneas de investigación del proyecto hemos adoptado una orientación cualitativa de carácter etnográfico, orientada a la comprensión densa de los discursos, prácticas, significados y dispositivos que despliegan los actores en cada situación (Burawoy, 1998). Este enfoque metodológico supone una aproximación inductiva de la realidad, donde la generación de conceptos y categorías está basada en el material empírico que surge en el trabajo de campo. Este enfoque es particularmente adecuado para el seguimiento de las prácticas y actores (humanos y no humanos) involucrados en las diversas labores de producción, re-especificación y mantención de las tecnologías de la ciudad (Latour & Hermant 1998). Además, dado que la propuesta contempla la observación de diferentes sitios y escalas donde la noción de urbanismo smart es producida y discutida, este enfoque es pertinente para un seguimiento ‘multi-situado’ (Marcus, 1995) de los actores en sus respectivos espacios de producción y justificación. La estrategia que consiste en seguir a los actores (en sus múltiples asociaciones entre saberes, lugares, tecnologías, intereses, etc.) es esencial para esta propuesta de estudio, que no busca tomar la noción de Ciudad Inteligente como dada, sino mapear el trabajo a través del cual este término es ensamblado y las practicas u operaciones socio-materiales que permiten que adquiera realidad.En las diferentes líneas de investigación del proyecto hemos adoptado una orientación cualitativa de carácter etnográfico, orientada a la comprensión densa de los discursos, prácticas, significados y dispositivos que despliegan los actores en cada situación (Burawoy, 1998). Este enfoque metodológico supone una aproximación inductiva de la realidad, donde la generación de conceptos y categorías está basada en el material empírico que surge en el trabajo de campo. Este enfoque es particularmente adecuado para el seguimiento de las prácticas y actores (humanos y no humanos) involucrados en las diversas labores de producción, re-especificación y mantención de las tecnologías de la ciudad (Latour & Hermant 1998). Además, dado que la propuesta contempla la observación de diferentes sitios y escalas donde la noción de urbanismo smart es producida y discutida, este enfoque es pertinente para un seguimiento ‘multi-situado’ (Marcus, 1995) de los actores en sus respectivos espacios de producción y justificación. La estrategia que consiste en seguir a los actores (en sus múltiples asociaciones entre saberes, lugares, tecnologías, intereses, etc.) es esencial para esta propuesta de estudio, que no busca tomar la noción de Ciudad Inteligente como dada, sino mapear el trabajo a través del cual este término es ensamblado y las practicas u operaciones socio-materiales que permiten que adquiera realidad.

(Español) Entrevistas en profundidad

Se busca conocer los discursos y formas de justificación de los proyectos urbanos inteligentes. Estas entrevistas en profundidad están orientadas a tres perfiles: a) representantes claves en cada uno de los casos, con el propósito de analizar los discursos que movilizan para dar cuenta de sus actividades en el ámbito en cuestión; b) informantes claves no necesariamente vinculados a uno de los ámbitos, pero capaces de generar un discurso sobre las formas de interrelación entre tecnologías, ciudad y usuarios, así como de los proyectos en curso; y c) usuarios, ya sean éstos ‘potenciales’, ‘usuarios de test’, ‘usuarios compatibles’, ‘usuarios-innovadores’.

 Observación participante

 Por medio de esta herramienta se busca observar y documentar in situ las diferentes actividades y operaciones involucradas en los casos estudiados. Ella será la principal herramienta de recolección de datos, pues nos interesa observar las prácticas concretas de diseño, producción, uso, mantenimiento y reparación de las tecnologías inteligentes, así como las diferentes actividades (reuniones, conferencias, presentaciones, etc.) que realizan los actores para dar cuenta de las funcionalidades de estos dispositivos. En definitiva, se pretende seguir el proceso desde sus fases de concepción y negociación socio-técnica, hasta la puesta en práctica por parte de los desarrolladores (empresariales, estatales y/o ciudadanos). La sistematicidad de estas observaciones es un elemento fundamental, por lo que se espera realizar inmersiones y acompañamientos por un periodo extenso de tiempo, y mantener, en la medida de lo posible, una forma de involucramiento que permita asegurar una robusta accesibilidad al terreno.

 Revisión de fuentes secundarias

 La investigación contempla una revisión sistemática de diferentes documentos, textos, archivos audiovisuales, entre otros, en los cuales se expliciten prácticas, dispositivos, protocolos, intenciones y discursos sobre la Ciudad Inteligente. El corpus principal de documentación estará vinculado a los informes, instructivos, manuales, publicaciones, presentaciones, etc.; producidos en los diferentes ámbitos del estudio, observando las definiciones, justificaciones, elaboraciones teóricas y operacionales asociadas al término de urbanismo smart. La información secundaria abarcará también el nexo con modelos y redes internacionales, las que puede dar pistas analíticas acerca de las formas que adopta el proceso de smartización urbana en Chile.

En su conjunto, el proyecto espera aportar una mirada crítica y reflexiva sobre el entrelazamiento entre ciudad, tecnologías digitales y ciudadanos, interrogándose sobre los límites y alcances del imaginario tecno-inteligente en la sociedad chilena contemporánea. Adicionalmente, se espera contribuir al reciente debate internacional respecto a las formas de gubernamentalidad y efectos performativos de los discursos y dispositivos que equipan la filosofía del urbanismo smart.Entrevistas en profundidad

Se busca conocer los discursos y formas de justificación de los proyectos urbanos inteligentes. Estas entrevistas en profundidad están orientadas a tres perfiles: a) representantes claves en cada uno de los casos, con el propósito de analizar los discursos que movilizan para dar cuenta de sus actividades en el ámbito en cuestión; b) informantes claves no necesariamente vinculados a uno de los ámbitos, pero capaces de generar un discurso sobre las formas de interrelación entre tecnologías, ciudad y usuarios, así como de los proyectos en curso; y c) usuarios, ya sean éstos ‘potenciales’, ‘usuarios de test’, ‘usuarios compatibles’, ‘usuarios-innovadores’.

 Observación participante

 Por medio de esta herramienta se busca observar y documentar in situ las diferentes actividades y operaciones involucradas en los casos estudiados. Ella será la principal herramienta de recolección de datos, pues nos interesa observar las prácticas concretas de diseño, producción, uso, mantenimiento y reparación de las tecnologías inteligentes, así como las diferentes actividades (reuniones, conferencias, presentaciones, etc.) que realizan los actores para dar cuenta de las funcionalidades de estos dispositivos. En definitiva, se pretende seguir el proceso desde sus fases de concepción y negociación socio-técnica, hasta la puesta en práctica por parte de los desarrolladores (empresariales, estatales y/o ciudadanos). La sistematicidad de estas observaciones es un elemento fundamental, por lo que se espera realizar inmersiones y acompañamientos por un periodo extenso de tiempo, y mantener, en la medida de lo posible, una forma de involucramiento que permita asegurar una robusta accesibilidad al terreno.

 Revisión de fuentes secundarias

 La investigación contempla una revisión sistemática de diferentes documentos, textos, archivos audiovisuales, entre otros, en los cuales se expliciten prácticas, dispositivos, protocolos, intenciones y discursos sobre la Ciudad Inteligente. El corpus principal de documentación estará vinculado a los informes, instructivos, manuales, publicaciones, presentaciones, etc.; producidos en los diferentes ámbitos del estudio, observando las definiciones, justificaciones, elaboraciones teóricas y operacionales asociadas al término de urbanismo smart. La información secundaria abarcará también el nexo con modelos y redes internacionales, las que puede dar pistas analíticas acerca de las formas que adopta el proceso de smartización urbana en Chile.

En su conjunto, el proyecto espera aportar una mirada crítica y reflexiva sobre el entrelazamiento entre ciudad, tecnologías digitales y ciudadanos, interrogándose sobre los límites y alcances del imaginario tecno-inteligente en la sociedad chilena contemporánea. Adicionalmente, se espera contribuir al reciente debate internacional respecto a las formas de gubernamentalidad y efectos performativos de los discursos y dispositivos que equipan la filosofía del urbanismo smart.