«El cobre del futuro son los datos»: Columna sobre estudio de caso Data Observatory


Por Flavia Moens de Hase

La dataficación, o la traducción de diferentes eventos a masivas cantidades de datos computables, está permeando diferentes industrias y ámbitos de acción en Chile, generando con ello nuevas oportunidades de creación de valor, así como también nuevas controversias. La fundación Data Observatory (DO) aparece como un caso de estudio particularmente interesante para comprender cómo se involucran una pluralidad de actores sociales (el Estado de Chile, empresas privadas, la academia, y en menor medida la sociedad civil) en la extracción y valorización de los datos digitales.

¿Qué es el Data Observatory?

El DO es una fundación público-privada sin fines de lucro creada entre el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, el Ministerio de Economía, Fomento y Turismo, Amazon Web Services y la Universidad Adolfo Ibáñez. Esta fundación tiene por objetivo sacar el máximo provecho económico de los datos “públicos, de valor global y únicos” [1] que se generan en Chile. Así, la “visión” de la Fundación es “estar a la vanguardia de la innovación centrada en datos, liderando la producción de soluciones centradas en datos, talento y capital social.”[2].

Pero esta visión centrada en datos de forma amplia, en sus inicios estaba más enfocada en un tipo particular de datos: los datos astronómicos. El origen del DO se remonta a 2016 con la creación de la Iniciativa Astrodata en la CORFO. Este proyecto buscaba aprovechar las supuestas “ventajas estratégicas” de Chile en astronomía para desarrollar la industria digital chilena a partir de la astro-informática (es decir, de la ciencia de datos en astronomía). La idea era desarrollar capacidades en procesamiento de datos a partir de la astronomía y luego traspasarlas a otros sectores.

Después de haber realizado un trabajo científico para sentar las bases del proyecto y de haber pasado por innumerables cambios institucionales, el DO será formalizado gracias al decreto presidencial n°164 de 2018 que designa al ministro de Economía para conformarlo – al cual se suma el ministro de Ciencias con el decreto n°75 de 2019. Así, las actividades del DO inician en 2019 y se convoca a una propuesta de valor que culmina, en abril 2019, en el anuncio de los dos nuevos socios fundadores: la UAI y AWS. Sin embargo, esta formalización institucional no será el fin de la creación del proyecto que tendrá que pasar – hasta enero del 2021 – por una fase de negociaciones y re-negociaciones con la Contraloría General de la República a propósito de sus estatutos.

La página web de la Fundación presenta esta iniciativa como lo que le permitirá a Chile y Latinoamérica de dar un paso en el sentido de la cuarta revolución industrial, permitiendo así el “bienestar social de las naciones”[3]. Para esto, su “misión” es:

“adquirir, procesar y almacenar conjuntos de datos generados por organismos públicos o privados y que, debido a su volumen, naturaleza y complejidad, requieren curación, capacidad de exploración, visualización y análisis que faciliten la disponibilidad de dichos datos para el desarrollo de la ciencia, la tecnología, la innovación, el conocimiento y sus aplicaciones en la economía.” [4]

En definitiva, lo que busca hacer el DO es obtener acceso a diferentes data sets (conjuntos de datos) – que pueden provenir de observatorios astronómicos, pero también de satélites, o incluso de entidades públicas – para aumentar su accesibilidad frente al público “general”. En otras palabras, el DO quiere lograr que cualquiera pueda trabajar con una base de datos compleja en poco tiempo incluso sin tener un conocimiento previo propio a la disciplina en la que los datos fueron originados. Para esto, se despliega toda una infraestructura: una vez obtenidos, los datos pasan por una tubería de procesos (pipeline de datos) que los pasan a un formato adecuado, los limpian, los clasifican, los estandardizan y los almacenan para disponibilizarlos en una plataforma de fácil uso. Hasta el momento el DO trabaja por proyectos y con convenios que tienen cada uno sus objetivos precisos. Así, las actividades de la Fundación pueden distanciarse en mayor o menor medida de lo explicado anteriormente.

Abordaje metodológico

En el estudio del caso, se buscó responder a la pregunta: ¿Cómo se institucionaliza, narra y disputa el desarrollo del Data Observatory? Para esto, la investigación estuvo centrada en realizar un análisis de discursos que se basó en dos etapas. Una primera parte del trabajo estuvo focalizada en analizar materiales secundarios como artículos de prensa, documentos producidos durante la creación del DO, sitios web de las diferentes organizaciones involucradas y los estatutos – rechazados y aprobados – de la fundación. La segunda parte consistió en realizar entrevistas con diversos actores que estuvieron involucrados en la creación, mantenimiento y desarrollo del DO. En total se realizaron 13 entrevistas con seis grupos de actores: los gestores y gestoras del DO, miembros que hicieron parte de alguna de las instituciones fundadoras o que hoy día hacen parte del directorio del DO (5); los miembros del equipo técnico del DO (1); los miembros del Comité Gestor del proyecto, es decir expertos senior extranjeros o chilenos (2); los miembros del Consejo Asesor del proyecto, expertos en astronomía y data science con menos experiencia que los expertos del Comité Gestor y que hacen parte de Universidades nacionales (3); miembros del equipo técnico de ALMA (1); y por último activistas en el sector de protección de datos (1). En lo que sigue, presentaré algunos de los principales hallazgos de este estudio de caso.

Una Institucionalización Inestable

Para responder a la pregunta de investigación se estudió, en primer lugar, la manera en la que el DO fue creado, confiriendo particular atención a la forma en la que se institucionaliza la economía basada en datos. En esta parte, se evidenció que el proceso de creación de la Fundación fue lento e inestable institucionalmente. En efecto, la continuidad del proyecto sólo es asegurada por una persona que fue siguiendo el proyecto a medida que este era traspasado de una institución a otra. Estos cambios institucionales – y sobre todo la decisión de poner al DO bajo el alero directo del Ministerio de Economía – fueron objeto de críticas y establecieron una ambigüedad con respecto a la gestión del proyecto. Esto produjo roces entre el mundo académico, político y gubernamental ya que este último, al integrar ciertas normas, prácticas y valores del mundo empresarial, se alejó de la manera en la que otros universos, y en particular la academia, parecen funcionar.

El discurso de la innovación centrada en datos

En segundo lugar, se examinó los diferentes discursos que los entrevistados tienen a propósito del DO y de sus actividades. Así, se pudo observar que sobre ciertos puntos – como los objetivos del DO o bien la conexión del DO con la astronomía – los discursos son contrastados, y sobre otros – como la voluntad de desarrollar capital humano y de trabajar con proveedores de nube – existe cierta continuidad. Asimismo, sabiendo que la tecnología no es neutra, se buscó deconstruir la “evidencia” tecnocrática que se instaló en el gobierno y que supone que la “mejor manera” de desarrollar la economía chilena es dándole cierta centralidad a los datos. Para esto, se partió de la expresión “innovación centrada en datos” que se consideró como un paradigma (Kuhn 1996) para ilustrar que se trata de una “verdad científica” que no representa un consenso indeterminado e incuestionable.  Se buscó entonces identificar los elementos que componen este paradigma y también las narrativas y estrategias de legitimización que lo acompañan a la hora de establecer y justificar un proyecto como el DO. Estrategias que, por lo demás, hablan de dependencias internacionales, jerarquías sociales y subordinación de ciertas formas de pensar. En efecto, se mostró que el paradigma de la “innovación centrada en datos” resume la convicción en que el crecimiento de la productividad científica debería incrementar el desarrollo económico. Correlación que parece estar demostrada “científicamente” y por ende enraizada en el inconsciente colectivo en un contexto en que la retórica científica predomina (Gatti y Martínez de Albeniz 2007). Además, el no-cuestionamiento del paradigma estudiado parece ser el resultado de un trabajo ideológico del colonialismo de datos en el que se construyen racionalidades para que la extracción y apropiación de datos parezcan normales e incluso benéficas, toda vez que los datos son enunciados como recursos naturales dispuestos a ser apropiados (Mejías y Couldry 2019).

Por otra parte, dado que los datos no son el simple “rastro” de una interacción, sino más bien el resultado de un conjunto de prácticas sociales que los producen, interpretan y usan, se indagó en las diferentes maneras en las que se evoca el valor de los datos en este terreno. Así, se estudió por qué algunos datos no tienen valor y otros son de “valor global” y se mostró que para acceder al valor de los datos hay que poner en práctica una serie de técnicas de extracción de valor. Razón por la cual la analogía que establece que “los datos son el nuevos petróleo” tiene tanto éxito en los circuitos de la innovación centrada en datos. A partir del análisis de esta analogía, se expuso que la manera en la que se genera valor de los datos y lo que se puede hacer a partir de estos, parece tener más importancia para las personas que trabajan en el universo digital que la forma en la que se obtienen. En efecto, en lugar de ser reflexivos a propósito de los datos con los que trabajan, los individuos consideran los datos como “materia prima” desprovista de un carácter social. Interesándose después en el proceso de “curación” de datos que busca agregar valor a estos últimos, la investigación muestra la importancia que tiene la subjetividad a pesar de ser un trabajo automático. En otras palabras, la curación de datos será diferente para cada base de datos por lo que, aunque sea realizada por un algoritmo es importante que esté liderada por un experto que pueda definir los criterios de limpieza y clasificación de la base. Además, el análisis del discurso sobre la resignificación intersectorial del valor de los datos reveló que pareciera que los algoritmos de predicción son más valorados que los datos, aunque ambos vayan de la mano. No obstante, hay cierta mitología en torno a las potencialidades de este tipo de tecnologías de la cual el DO no es inmune, razón por la cual es importante ir más allá de los discursos mediáticos e interrogar sobre la arista más técnico-científica de lo que implican las tecnologías. O, en otros términos, “abrir la caja negra” de las tecnologías.

Controversias en torno a la “buena” innovación centrada en datos

En último lugar, este estudio de caso demostró que más allá de una concepción aparentemente consensual del DO como un proyecto de desarrollo económico y científico, existen fricciones y controversias que hablan de diferentes maneras de percibir lo que sería el “bien común” y el “buen” desarrollo. Primero se estudiaron las diferentes narrativas que vienen a explicar las razones por las cuales el DO ha sido criticado. Estas permitieron mostrar que algunos actores tienen ideas precisas de lo que sería la “buena” gestión de un proyecto estatal, la “buena” manera de comprender las iniciativas como el DO, la “buena” manera de financiar un proyecto así, o incluso la “buena” forma de trabajar en colaboración. Todos elementos que contribuyen a definir lo que sería el “bien común” para unos y para otros.

Se examinaron en segundo lugar las opiniones que tienen los entrevistados a propósito de dos aspectos derivados de la controversia pública que hubo entre el DO y la Contraloría: el proceso de selección de los socios fundadores; y la elección de AWS como socio fundador. Este análisis permitió oponer visiones contrarias con respecto a preferencias institucionales del gobierno, maneras adecuadas de proceder y de vislumbrar lógicas de dependencia, dominación y control que se crean – y se perpetúan – cuando se involucran multinacionales de tecnología a proyectos pertenecientes al Sur Global.

En tercer lugar, se investigaron las desilusiones y frustraciones que el proceso de institucionalización del DO produjo sobre los académicos que participaron del proyecto en su periodo inicial. Un elemento importante que surge es la desconexión progresiva entre el DO y la astronomía. Desconexión que generó cierto desinterés y desconfianza por parte del mundo académico pero que está por verse con la nueva colaboración entre el proyecto ALeRCE y el DO.

Para terminar, el marco teórico de la soberanía de datos permitió cuestionar la evidencia de ciertos elementos del diseño del DO que se presentan como incontestables. Esta última sección buscó principalmente cuestionar el discurso sobre la democratización y gratuidad de los datos abiertos mediante el examen de lo que esconde la supuesta apertura de los datos y la manera en que éstos se administran. En resumen, hay varias razones por las cuales los datos abiertos del DO y de AWS no parecen promover un acceso igualitario a los data sets y al valor que se puede extraer de ellos, aunque mantengan un discurso humanista de “bien común”, gratuidad y democratización. La última fricción que se analizó fue la preocupación que produjo el uso de la nube de AWS con respecto a la seguridad de los datos. Elemento que permitió tratar las diferentes posturas de los entrevistados al respecto de la nube de AWS, la “letra chica” de la postura del directorio del DO, y temas como la propiedad del dato o la propiedad intelectual de lo que se genera a partir de los datos.

Conclusiones: ¿En qué medida se trata de un proyecto estatal?

En conclusión, pareciera que el Estado se presenta como precursor de iniciativas como el DO, pero que a medida que el tiempo pasa van surgiendo vacíos técnicos, legales y fricciones. Así, los agentes estatales se van dando cuenta en el camino que no tienen las herramientas. En consecuencia, la presencia del Estado se desvanece progresivamente. Ciertas decisiones que se van tomando en el proceso – como por ejemplo dejar entrar a AWS y establecer a la UAI como actor principal – parecen entonces ir determinando el futuro de la organización. En efecto, se produce cierto amarre institucional que va a condicionar las futuras negociaciones y controversias, por lo que estudiar la evolución del DO es primordial para comprender su institucionalización, los discursos heterogéneos que existen, así como las diferentes disputas que se generan.

Referencias

Gatti, Gabriel, y Iñaki Martínez de Albeniz. 2007. La producción de la identidad en la sociedad del conocimiento: cultura experta e identidad en el País Vasco. Donostia: Eusko Ikaskuntza (Sociedad de Estudios Vascos).

Kuhn, Thomas S. 1996. The structure of scientific revolutions. 3rd ed. Chicago: University of Chicago Press.

Mejías, Ulises A., y Nick Couldry. 2019. “Colonialismo de datos: repensando la relación de los datos masivos con el sujeto contemporáneo”. Virtualis 10(18):78–97.

 

[1] Data Observatory. URL: https://www.dataobservatory.net/por-que-el-do/sobre-do/ (visitado por última vez el 14.01.2021).

[2] Data Observatory. URL: https://www.dataobservatory.net/por-que-el-do/mision-y-vision/ (visitado por última vez el 14.01.2021).

[3] Data Observatory. URL: https://www.dataobservatory.net/por-que-el-do/sobre-do/ (visitado por última vez el 14.01.2021).

[4] Data Observatory. URL: https://www.dataobservatory.net/por-que-el-do/mision-y-vision/ (visitado por última vez el 14.01.2021).