Nota sobre la visita de Laura Forlano


Durante la semana del 7 de enero contamos con la presencia de nuestra invitada internacional, Laura Forlano, directora del Critical Futures Lab y académica asociada del Instituto de Diseño del Illinois Institute of Technology.  Junto con ella, en el marco del Proyecto Fondecyt Nº 1180062, organizamos tres actividades:

La primera de ellas fue el Workshop “More-than-smart: digital technologies and their frictions”. Este se efectuó el día martes 8 de enero en la Facultad de Arquitectura, Diseño y Estudios Urbanos UC. El objetivo de este workshop fue problematizar cómo las tecnologías digitales se embeben en las múltiples ecologías urbanas y cuáles son las fricciones o quiebres que emergen de esa imbricación urbano-digital. Asimismo, la intención del workshop fue interrogar colaborativamente la noción de inteligencia (smartness) que continuamente es invocada en el desarrollo de tecnologías, datos, algoritmos e infraestructuras y cómo esta inteligencia puede ser resignificada a la luz de prácticas de apropiación, hackeo y subversión en sus contextos de uso, mantención, reparación u otros relevantes. Junto con ello, se buscó cuestionar los alcances éticos y políticos que estas tecnologías digitales presentan al representar e intervenir poblaciones y espacios urbanos, con el ímpetu – a veces controversial – de optimizar diferentes dimensiones de la existencia.

Para ello, al inicio del workshop y a modo de provocación, Laura Forlano presentó su más reciente investigación sobre los diferentes imaginarios socio-técnicos en torno a la Smart City. Basada en la noción de imaginarios socio-técnicos de Jasanoff y esgrimiendo diversos casos, Forlano desarrollo cuatro modos en que la idea de smart city es operacionalizada: city as platform, city as (new) urban manufacturer, city as testbed, and city as lab. Cada uno de estos modos de accionar el concepto de Smart City está asociado a particulares tecnologías y geografías, así como a suposiciones sociológicas y económicas. La invitación de Forlano es a examinar estos entramados heterogéneos de prácticas, tecnologías y discursos que sustentan estos modos de operacionalizar la idea de ciudad inteligente.

Seguido de ello, se dio paso a la presentación de los diferentes participantes del workshop. Por ejemplo, Patricia Peña (U de Chile) presentó sobre las brechas de género en el desarrollo y uso de tecnologías digitales y las recientes manifestaciones de activismo digital feminista en Chile. El debate giró en torno a lo temas de justicia digital y distribución de los acceso a la cultura digital, y el rol que puede desempeñar perspectivas feministas para repensar la relación entre datos y sociedad. Juan Ignacio Karich (Oxford University) mostró algunos hallazgos sobre la “vida social de los datos” que se generan diariamente en el Transantiago, además de su etnografía en back office de centros de vigilancia. Ignacio propone recuperar la noción de dispositivo de Foucault para analizar la circulación y formación de elementos heterogéneos que constituyen el accionar de los datos digitales. Sebastián Lehuede (LSE) reflexionó sobre cómo se podría aplicar un enfoque teórico decolonial, basado en la idea diseño autónomo y ontológico de Arturo Escobar en el campo de los estudios digitales. En particular, y desde el caso de la producción de datos astronómicos, exploró las fricciones Norte/Sur en términos de producción y procesamiento de datos, así como las posibilidades del diseño para poner en práctica formas alternativas de entender el rol de grandes cantidades de información en la sociedad. Liliana de Simone (UC) compartió los primeros hallazgos de su proyecto Fondecyt Inicio en torno a cómo la cultura del Malls en Chile permea nuestras sociabilidades y los modos de habitar la ciudad, transformándose en un articulador  de identidades culturales y urbanas.  En particular, analizó cómo los Malls están apropiándose de los discursos de ciudades inteligentes para ampliar sus campos de acción simbólico como funcional. Un ejemplo de ello es la implementación de cámaras de vigilancia con un sistema de reconocimiento facial. Marcos Chilet (UC) comentó sobre las relaciones cotidianas que establecen las familias chilenas en el consumo de televisión y a la vez como esas relaciones están siendo transformadas y resignificadas con la penetración de Internet, redefiniendo los modos de relación e interacción al interior de las familias, así como las frontera entre lo público y privado. Felipe Ragliantti (U. de Chile), expuso sobre sus experimentaciones entre humanos y mascotas, principalmente a través del diseño de un dispositivo para alertar emergencia para perros, mostrando los enredos y resistencias que surgen entre tecnologías, humanos y animales. El estudio abrío una serie de preguntas sobre los enredos potenciales entre humanos, más que humanos y tecnologías. Ricardo Vega mostró los avances de su proyecto de visualización digital experimental y crítica en torno a la Constitución de los ochenta en Chile, argumentado sobre el rol de la dimensión estética para la generación de conciencia y compromiso en torno a los dispositivos que nos gobiernan: la Constitución). Matías Valderrama, por su parte, presentó algunos avances preliminares sobre la Red Nacional de Monitoreo que busca instalar cientos de sensores por casas de todo Chile para lograr un conocimiento más acabado y “realista” sobre el comportamiento ambiental de las casas. Todas estas presentaciones manifiestan cómo se va redefiniendo los modos de sociabilidad y de hacer espacio mediante el uso de las tecnologías digitales en la vida contemporánea, levantando importantes preguntas sobre cuáles son los usos esperados o programados, sobre los grados de determinación o coacción que presentan, y sobre los modos de objetivación/subjetivación que producen los diseños de los dispositivos digitales.

El día jueves 10 de enero se realizó en el Salón Sergio Larraín del campus Lo Contador PUC la quinta sesión del Seminario Regular Sociedad, Diseño y Tecnología (SDT), coordinadamente con el lanzamiento del 13° número de la Revista Diseña, titulado “Design-Led Research Into Matters of Concern”, que cuenta con contribuciones de destacados autores como Stan Ruecker, Lisa Mercer o la propia Laura Forlano. En esta ocasión, luego de una introducción a cargo de Martin Tironi sobre la necesidad de pensar como las fricciones informan el diseño de las tecnologías en la ciduad, Forlano presentó sus más recientes trabajos que se basan en enfoques posthumanista o más-que-humana del diseño, revisando igualmente los más recientes trabajos provenientes de perspectivas feministas del diseño y la tecnología.

Bajo la pregunta sobre cómo se materializa un enfoque feminista para diseñar futuros que vayan más allá de mirada antropocéntrica del mundo, la charla mostró los aportes que presentan ciertos conceptos recientes para repensar el rol del diseño en la sociedad. La invitación de Forlano giró en torno a la necesidad de rediseñar la investigación en diseño para, desde ahí, diseñar mundos más sustentables, abiertos a la pluralidad.

Por último, el día viernes 11 se realizó el workshop: More-than-human design: making and unmaking design beyond the human. Considerando la presente crisis ecológica en sus dimensiones material y relacional, los invitados al Workshop se propusieron explorar diferentes métodos experimentales o intervenciones especulativas que, en sus diversas disciplinas, excedieran premisas antropocéntricas. En cada uno de los proyectos presentados, entidades más que humanas evidenciaban sus condiciones de relación, empujando a investigadores y autores a buscar nuevas formas de relación y co-existencia.

Nuestra invitada, Laura Forlano, inició la conversación refiriendo a la emergencia de lo más que humano en las prácticas de diseño. Forlano destacó cómo la atención y el cuidado hacia lo más que humano empuja al diseño más allá del foco en el sujeto individual y de la obsesión por solucionar. De esta manera, una apertura a lo más que humano alienta la comprensión del mundo como un entramado de eco-sistemas sociotécnicos interdependientes, a la vez que alienta modos de codiseño abiertos a considerar como coautores entidades no humanas.

Acto seguido, Pablo Hermansen (UC), diseñador y co-investigador del Fondecyt Nº 1180062, hizo una revisión crítica de la capacidad de los métodos imperantes en el diseño contemporáneo para construir modos no antropocéntricos de relación con entidades más que humanas. Tomando como ejemplo el User-Centered Design, especuló respecto de las implicancias de que, cada vez más, se imponga la interfaz digitalmente inspirada como el medio hegemónico de interacción entre entidades–sean estas humanas, atmosféricas, animales, energéticas, informacionales, etc. Para Hermansen, reducir las operaciones usadas para relacionarnos a las posibles de realizar a través de una interfaz reduce la riqueza de la relación misma. A su vez, los comandos de la interfaz digitalmente inspirada opacarían las condiciones de producción y las redes de poder que subyacen a estos nuevos espacios de interacción, enajenando a quienes interactúan de los marcos en los que se inscriben.

Luego, la diseñadora Claudia Nuñez Pacheco (U. Austral) presentó su proyecto de investigación experimental Felt Sense. Con esta indagación performativa, Nuñez apunta en dos direcciones; por un lado, intenta plasmar preguntas filosóficas en artefactos–pero sin la aspiración positivista de obtener respuestas definitivas. Por otro lado, desafía los límites que las lógicas que subyacen a las interfaces de mercado imponen a la mediatización de la experiencia humana. Para operacionalizar estos desafíos, la investigadora se propuso un imposible: transmitir una experiencia estética y somática, tan subjetiva como un momento feliz, a través de una instalación, diseñada como una interfaz inmersiva. Durante el proceso experimental, Nuñez corroboró la complejidad de su indagación al constatar el amplio rango de percepciones respecto de la experiencia de su interfaz, las que iban de la sensación de empatía total a la de rechazo exacerbado. Luego de narrar la experiencia de Felt Sense, Nuñez se pregunta si interfaces inmersivas como la descrita puede precipitar procesos autoreflexivos que confronten a las personas performativamente con sus propios sesgos, relacionados, por ejemplo, con identidades subalternas o socialmente estigmatizadas.

A continuación, el historiador Tomás Errázuriz (UAB) presentó una indagación de fuerte carácter autoetnográfico: la casa que por seis décadas habita su abuela en el centro de Santiago. Errázuriz inicia su exposición desplegando narrativa y visualmente la resiliencia que este inmueble ha demostrado. Más allá de consideraciones antropocéntricas, habitantes, equipamiento y vivienda se comprenden mutuamente, en un constante proceso de negociación y cuidados. Pareciera haber un acuerdo de resistencia al cambio entre la casa, las cosas y las personas, lo que le da al conjunto una suerte de metabolismo, el carácter de pequeño ecosistema. Este acuerdo se demostraría en los modos cotidianos de habitar y reparar o sanar esta casa-organismo, posibilitando pensar la mantención como una cuestión vinculado al «amor», a objetos compositivos que persisten y resisten el paso del tiempo. La originalidad de esta casa-ecosistema, expuesta más allá de cualquier nostalgia historicista o demodé, es relevada mediante constantes comparaciones entre el modo de vida imperante hoy–obsolescencia programada, renovación material, innovación, y actualización tecnológica constante–con el de esa casa, cuyas partes demuestran una vitalidad y obstinación explicable mediante el afecto mutuo, el amor más que humano.

El sociólogo Sebastián Ureta (UAH) hizo un repaso sobre su proyecto de investigación “Nuestros Suelos”. El punto de partida es que, a pesar de su relevancia, la creciente contaminación de los suelos fértiles en Chile, especialmente la que proviene de la poderosa industria minera, permanece casi invisible si la comparamos con la difusión de otras formas de contaminación, como es la del agua o la del aire. Para esto, Ureta se concentra en la región de Atacama, donde conviven tradiciones agrícolas en retroceso y mineras en avance. Una primera pista para explicar por qué las personas se desentienden de la contaminación del suelo–de su propio suelo–sería primero la falta de instrumentos que visibilicen este asunto, y luego que los instrumentos de información recientemente incorporados no proponen medios de manejo que estén al alcance de quienes padecen la contaminación–los suelos y sus habitantes. Dicho de otra forma, el despliegue de los datos y las técnicas para enfrentar la contaminación no se corresponden con los recursos de sus destinatarios. Lo anterior se exacerba por la verticalidad burocrática, la que no promueve ninguna forma de participación ni de asociación entre los locales, sus recursos y modos de vida. El proyecto “Nuestros Suelos” apunta a la co-construcción de instrumentos de medición de bajo costo, a la producción colaborativa de datos y a la socialización de las interpretaciones. De esta manera, desafían la hegemonía de la ciencia para manejar los datos y el conocimiento subvirtiendo la dirección con que fluyen los datos: éstos alimentan y fortalecen el propio ecosistema bio-socio-técnico desde el que provienen. En el debate las interrogantes giraron en torno a los verdaderos impactos de estos dispositivos digitales en la transformación de las políticas, y sobre lo qué significa el proceso de recolección de datos más allá de las «evidencias» que proponen: ¿es una operación estadística-numérica simplemente, o incluye una experiencia sensorial? ¿De qué manera estos sensores son re-configurados con otras formas de sentir, que pueden provenir de personas, rocas o animales?

La artista visual Valentina Serrati (UC) presentó su video performance interactiva “3047: A room dark body”. Con esta puesta en escena, Serrati busca explorar y criticar algunas de las dicotomías deterministas dominantes en la investigación de la vida artificial y los desarrollos de inteligencia artificial. De esta manera conversa con su propia condición de Cyborg e interroga cómo deberían ser en el futuro nuestras formas de vida: desafiando los dualismos, performa y funde lo orgánico, lo artificial, lo virtual, lo real. Si bien el avatar proviene de la digitalización de su propio cuerpo, éste adquiere autonomía, entra en tensión con ella, lo que problematiza la supuesta descorporeización que predican muchos de los productores y promotores de las tecnologías digitales. En su performance, la artista se ata y codifica a un avatar digital, el que responde a sus movimientos mientras que, con sus reacciones, la obliga a adoptar ciertas posiciones, gestos y expresiones. Haciendo referencia explícita a la propuesta de Haraway de que las «historias que cuentan historias», la narración de Serrati no se restringe a las personas, organismos o entidades narradores–o que son narradas–, sino que despliega un espacio relacional y compositivo, donde éstas están mutuamente contaminadas, haciéndose carne de la biotecnología, informática, ciberfeminismo, estudios científicos, curatorias museográficas, audiencias, entre otros campos.

Finalmente, Felipe Palma (UC) presentó el estado actual del proyecto de Diseño Cosmopolítico “Coexistencia y Afectividad Más que Humana: Sonido, Cocreación y Correspondencia Interespecies”, liderado por los investigadores Pablo Hermansen y Martín Tironi. Este proyecto, que reúne instituciones, saberes y políticas ontológicas, se propone en el mediano y largo plazo construir un espacio de correspondencia más que humano: esto es, lograr un entorno tecnológicamente asistido que, mediante la co-creación de sonidos, permita la co-creación de fricciones/acuerdos/equívocos entre modos modos de existencia heterogéneos. Palma, a partir de los primeros testeos de este proyecto especulativo, mostró brevemente los hitos de su proceso de desarrollo. Éste se inicia como el prototipado de un dispositivo de enriquecimiento ambiental para los chimpancés Judy y Gombe, habitantes del Zoológico Nacional de Chile. Concretamente, inició mostrando cómo, en el origen del proyecto, las decisiones y los avances trenzaron empatía con contexto de instalación, intuición creativa, afectividad y capacidad crítica, siendo las tres primeras las aproximaciones desequilibrantes, las que marcaron distancia respecto de investigaciones tradicionales análogas. Luego, compartió tres registros audiovisuales, los que muestran cómo ha cambiado la manera en que Judy y Gombe han interactuado con el instrumento sonoro. Finalmente, los resultados expuestos se abrieron al debate, especialmente en lo que respecta a las consideraciones éticas involucradas. ¿Estamos avanzando hacia la coexistencia? ¿es posible construir espacios de cocreación en el contexto de una institución como el zoológico, ejemplo paradigmático de dominación antropocéntrica? ¿qué tipo de subjetividades emergen?

En suma, los diferentes casos y proyectos de investigación y creación dialogaron en torno a cómo atender los enredos con entidades más-que-humanas (ya sea avatares computacionales, suelos, animales o interfaces) y los conflictos políticos y éticos que emergen de ello.